domingo, 30 de marzo de 2014

Limpia, fija y da esplendor


                        para mi amiga María, que corre y corre como Forrest Gump,salvando al mundo;para que se de un respiro

El viernes estuve en la peluquería. Es un acontecimiento deseado, planeado y disfrutado.Me lo paso genial.Algunas se dedican a correr- antes footing,ahora running.Yo voy a la peluquería. No con la frecuencia que me gustaría, pero, cuando lo hago, es como visitar a un gurú en la India,o al Dalai Lama al Tíbet: un placer, una relajación,un conectarme con mis chakras,un encuentro con mi karma.

Mi peluquería, además,es blanca,luminosa y espaciosa;y poco ruidosa.El acabosa.Si tuviera un inventor a mano,le pediría que diseñara unos secadores inaudibles;es lo único que molesta un poco.

Las peluquerías son como las playas:puedes hablar, descansar, leer,...vale, deporte no mucho; pero ya nos cuenta  después María que ha corrido como una loca por la Torre de Hércules, en compañía de trescientas runners,y ya me canso sólo de imaginármelo. 

Ahora que lo pienso,hay pocas películas y libros que se ocupen o transcurran en las peluquerías. Recuerdo esas escenas en blanco y negro en las que se narra la propagación de una noticia: aparece un chico voceando con los periódicos, un corrillo en un cóctel, y un grupo de señoras -embarazadas o no-cuchicheando en un salón de belleza.Eso en el mío no pasa. Pueden surgir conversaciones,pero es voluntario participar.Y, además, es terapia de grupo.(Me dice Rodrigo que en El gran dictador El Golpe salen barberías,y también en la serie ¡Buena suerte, Charlie! ).   

A veces voy y acampo ahí como los hippies en los setenta.Botella de agua,pashmina para no pasar frío, cuaderno, ...no me llevo libros, pues  llego con hambre de revistas:tengo que ponerme al día de todos los nacimientos,noviazgos,cambios de vida y colecciones de moda que han transcurrido desde mi última visita.¡La de cosas que han pasado!la modelo se ha convertido en actriz,la actriz en princesa,la princesa en vagabunda...las entrevistas,los consejos existenciales  tipo: ¿ mi secreto? genética y beber mucha agua.Ah, y cuidarme por dentro:yo creo que la belleza interior se refleja en la exterior. jajajajajaja. A mi lo que me ayuda es la risoterapia,y leyendo estas cosas me tomo mi dosis mensual.Alguna vez me estreso viendo todas las publicaciones que tengo que hojear antes de levantar el campamento.Porque hay muchas cosas que hacer,como no hacer nada,o contemplar los botecitos de esmaltes de uñas... me encantan... antes sólo había rojos y rosas,ahora Van Gogh se volvería (más) loco: azules y cerezas, turquesas y castaños.Procuro que no me entre la ansiedad,y elijo un color como escogería un helado de frambuesa o de limón. Colorterapia.

Alguna vez recomiendo a una amiga,como si la introdujera en una sociedad secreta apta sólo para unas cuantas iniciadas.Unas palabras a la dueña del saloon son las equivalentes a una invitación para entrar en el Club de Roma,o algo así.

Hasta hace poco, tenía que viajar casi todas las semanas, así que me conocía varias peluquerías en cinco o seis ciudades.¿Una jornada difícil? me regalaba una visita.¿Sesión ante cuarenta personas? excusa perfecta para ir a peinarme.Recuerdo un día...a las cinco no podía con mi alma,y aún me quedaba una clase en un colegio y una reunión con padres.Tenía media hora pero ¡ya había ido a la peluquería por la mañana!.Pero era cuestión de vida o muerte. Entro, hablo con una encantadora encargada y abatimos un sillón .Sonrío agradecida,me pongo las gafas de sol , programo la alarma del móvil y ¡ala! a dormir mientras me pintan las manos de un granate sensacional.Salí de allí renovada,y pensando qué buen negocio ( y ocio) sería tener peluquerías en las que puedas descansar,sin más, un rato. A la salida de los colegios, por ejemplo.

(Quizá os sorprenda que haya puesto de título el lema de la RAE, pero es que como veis no hay para mi Academia más útil que las de belleza.)

Así que ya sabéis.Si me pierdo,y me queréis encontrar, no me busquéis entre el grupo de olímpicas corredoras.Habré abducido a María y estaremos en mi peluquería,en el nirvana.





  

5 comentarios:

  1. Quiero el nombre de la peluquería blanca, YA!!!! jajajajaja!!!

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  2. Jajaj, isabel, ¡como me identifico con esta entrada! Para mi ya sabes que la peluquería también es lo más...

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    1. jajajaj Cris! ya lo sé! y tu melena el sueño de cualquier peluquería

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