viernes, 21 de marzo de 2014

Hombres con H

Espero que me echaran de menos ayer. Porque yo tuve un mono tremendo de blog, y sentía que estaba fallando a mis lectores. Llamadlo síndrome de Estocolmo, pensad que soy una ilusa, pero así es. Pero hoy es otro día; hoy comienza con lluvia la época de las flores:  

           La Primavera ha venido                         y nadie sabe cómo ha sido

Por ripios como estos uno estudia Filología sin dudar. Me gustan más los que inventan los chicos de El club de los poetas muertos:

                   Un gato
               esperó un rato.

Decíamos (ayer) que tenemos aquí la estación favorita de los alérgicos... adiós san José, dentro de poco la Pascua... los ciclos de la vida.

En una Semana Santa tuvo lugar una de las anécdotas más graciosas que me han contado en mi vida, cuando todos teníamos escasas primaveras. Uno de mis tíos, Juan, y su mujer (¡Mª José!) habían adoptado a una niñita con problema de corazón, así que los de la agencia tiempo después les volvieron a llamar. Que si querían otro niño. Estaba sano, lo que pasa es que era negrito. Diréis que vaya tontería, pero hace treinta o cuarenta años en España no era corriente (otra historia para otro día: porqué es tan difícil adoptar niños aquí, si hay familias dispuestas). El caso es que el bebé llegó para quedarse.

Cómo se llama el niño, le preguntaban a Juan. "Jorge, se llama Jorge". Por el cantante, aclaraba su padre. Se refería a Jorge Negrete. Es un niño, es de color chocolate, pues se llama Jorge, otra J después de sus otros hijos, Juan y José (¡José!). Más claro...

Total que ahí tenemos a la familia completa, una Semana Santa en Ferrol. Ya saben: capuchones, tronos, tambores, velas, imágenes...  en una de las noches, Jorge, pequeño aún, se duerme en el hombro de su padre, que está de pie en la calle viendo el paso de los cofrades con sus túnicas y capirotes. Hasta que se despierta sobresaltado por el ruido y empieza a llorar. Y se oye un vozarrón:

-No tengas miedo, hijo, que no van a llevarte, ¡¡que no son del Ku-klux-klan!!

Creo que no es sólo una muestra de ingenio. Me parece que hay muchas personas por ahí que saben que hay cosas que valen la pena y van a por ellas. Y que pasan por la vida tranquilamente, sin reclamar atención, sin hacerse autobombo, sin preocuparse de las apariencias. Hombres con H (de una vez para siempre: hombres es genérico, engloba la humanidad, hombres y mujeres. En cambio cuando decimos "para chicas" la cosa está clara).

H de humor. De Humus, sustrato, suelo; que enraíza con la realidad, que va a lo fundamental. Por eso humor y humildad comparten etimología: son los realistas, los que están en las cosas, y ,por eso, saben disfrutar y hacer disfrutar. Dame, Señor, el don de apreciar un chiste y saber contárselo a los demás, pedía santo Tomás Moro. Y eso que estaba en la Torre de Londres; un tugurio, húmedo en cualquier estación, que entonces se dedicaba a hospedar presos y condenados. A sir Thomas, tan importante, Lord Canciller del Reino, gran abogado y humanista, sólo el monarca de superior, le cortaron la cabeza por decir la verdad; por decir las cosas como son: mira, Enrique, yo entiendo que desees a Ana Bolena, no vayas a pensar que eres muy original, nada nuevo bajo el sol... pero yo no puedo decir que... Y la cosa acaba con las cabezas de Tomás, el obispo Juan Fisher y el honor del resto de Inglaterra por los suelos. Y la cabeza de Ana Bolena, también. Tirar después de usar.

Pero Tomás, con Hombría, por no decir otra palabra con h, en plural, supo morir como supo vivir: con entereza, y con una broma. Pidió ayuda para subir al cadalso, "pues en cuanto a descender, me las arreglaré bien solo" (para seguir con el tema, os recomiendo la película Un hombre para la eternidad y la biografía de Andrés Vázquez de Prada). Un héroe, Sir Thomas.

Hombres con Honor. Ya lo dejó escrito Calderón de la Barca, otro grande:
     
          Al rey la hacienda y la vida 
          se  ha de dar; pero el honor
          es patrimonio del alma,
          y el alma sólo es de Dios.

Por una serie de circunstancias, he tenido la ocasión de citar estos versos el último mes, no por un brote de la primavera, sino porque venía a cuento (lo pedía la historia). La honra y el honor hay que defender.

Y, si están en entredicho, siempre queda el humor.

Como el de Juan, ese hombre, el padre de Jorge, El Negrete. 

(Actualizo porque una amiga desde Guatemala me envía una preciosa foto por el día mundial del síndrome de Down, y me ha recordado que es hoy, que hoy también es un día para celebrar, que de verdad con estos niños  empieza la primavera. Las personas con este síndrome sí que importan,y no los del síndrome de Estocolmo.)  

2 comentarios:

  1. Me encanta esa anécdota de tu tío Juan, nos la habías contado en una de nuestras reuniones y me había reído muchísimo.
    Con respecto a la letra "H" ¿qué te voy a decir yo? jajajajjaa!!!

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    1. jajjajajajajaja, Maló,no te había visto! gracias por escribir!

      y sí! tú sí que eres una mujer con H !!! las mejores!!!

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