miércoles, 25 de noviembre de 2015

Mea Culpa


Parece que fue ayer. Enero del 91, mucho frío en la Universidad mientras miraba los titulares de los periódicos :ataque,Bush, invasión, kuwait, Irak,un tal Sadam Hussein: entre todas las portadas, un subidón de orgullo celta: la mejor era la de La Voz de Galicia. Tan sólo seis letras grandes y negras

   GUERRA

¿Tiranías? ¿guerra justa? eso me parecía -ay, la manipulación de las masas- hasta que leí en ABC al inolvidable JL Martín Descalzo: cuánto he dejado de querer , de perdonar, para que ocurra esta catástrofe.Yo también soy culpable. Cuántos rencores, egoísmos y envidias que tú y yo hemos cometido, cuánta ayuda, amabilidad y comprensión hemos dejado para otro día , para que , persona a persona, barrio a barrio, nación a nación,  lleguemos a las puertas del infierno.A los cuatro jinetes del Apocalipsis, hambre, terror, miseria, ignorancia, odio,blasfemia,


         MUERTE

Y así varias generaciones: niños sin familia, sin educación, sin futuro. A la Primera Guerra Mundial, le sucede la Segunda. Y la Tercera.

Y, por detrás, moviendo los hilos,los de siempre:traficantes,armas, drogas, fanáticos. El dinero, el maldito Mammon que consigue que a algunos dictadores no se les rechiste, que a otros totalitarismos no se les toquen, que el comercio, que el petróleo,que la geoestrategia y geopolítica y geo Tío Gilito.

Pero eso no nos exime a los demás de responsabilidad.A los burgueses que hacemos aspavientos, soltamos la lagrimita ante el cadáver de un niño y,a continuación, a lo nuestro.

A saltar a los deportes, a ocio o famosos en la sección de los periódicos. Que yo ya tengo mis redes sociales con un lacito negro.Que todos somos, bla bla bla.

En uno de los primeros titulares de la literatura-a cuántos podríamos adjudicárselo, adjudicárnoslo- , el homicida Caín le increpaba a Dios, al Creador:

 ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano? 

Hoy, como ayer.