viernes, 16 de enero de 2015

vamos a contar mentiras



Sigo con mi nostalgia del pasado de niña de la EGB. Los más viejos del lugar recordaréis esa cancioncilla indispensable en el repertorio de ruta escolar:

...y en el monte las sardinas tralalá,vamos a contar mentiras...

Lo bueno de mi generación es que sabíamos distinguir entre el bien y el mal. Ya os lo contaba ayer, la cosa desprendía un tufo maniqueo en el que se obviaba que la vida no es casi nunca en blanco y nefgro- como los primeros televisores- sino que admite variiados acordes en gris.Marengo, acero, arena, perla, greige,...que se lo digan a una fashion blogger.

 Ahí estaban Pinocho y La ratita presumida para recordarnos la espiral autodestructiva de los embustes. Cuando unos cuantos remilgados  se inventaron la etiqueta de políticamente correcto, muchos ya estábamos vacunados de semejante tontería. 

Que la vida iba en serio...cantaba Loquillo con versos de Gil de Biedma. Que los que han eliminado la historia, filosofía y humanidades en general de la educación saben bien que donde siembras bobos, recoges borregos.

Así que, partiendo de dos premisas:

-I. la libertad, ya lo decía D.Quijote, es el bien más preciado al que un hombre puede aspirar. Pero es que antiguallas como Aristóteles  ya advertían que la libertad y la verdad son dos caras de una misma moneda. No eres libres si estás engañado,si eres idiota, con perdón. 

-II . Nada justifica un asesinato,nada. Pues el fin nunca justifica los medios, y muchísimo menos en este caso: la vida humana es sagrada.

Podemos decir que

-la libertad lleva consigo la responsabilidad,y ejercerla conlleva unas consecuencias. No es ilimitada, termina allá donde empieza la de los demás.

-Presumir de moderno laicista proguesista y todos los -ista no da derecho a mofarse de nada ni nadie.

-Cuánta necesidad tenemos de héroes, de guías, de modelos que imitar. Un terrorista no es un mártir; a veces, la víctima tampoco era un ejemplo, por mucho que condenemos su muerte.

Dorothy Sayers, además de una estupenda autora de novelas de detectives, fue una referente intelectual inglesa, en especial durante las segunda Guerra Mundial. Animó incansablemente a todos, en especial a sus amigos del Círculo de Oxford - Lewis, Tolkien, y así- a reconstruir moralmente la nación que vendría tras la devastación de la guerra. Y sus armas eran insistir en la unidad de la nación, en ser excelentes profesionales, en educar a las nuevas generaciones en la historia de Inglaterra y Europa ( pues formamos parte "de una tierra de héroes", decía) y sobre todo en no olvidar la creatividad, la fe, la belleza, lo que distingue la civilización de la barbarie.


Me pasmo con la similitud entre las medidas propuestas por Sayers y el actual modelo educativo. Me asombro con la reacción de los llamados dirigentes, su buenismo, su estupidez, su poltronería, sus gestos a la galería, ...todos somos tal...integrémonos todos en una sociedad multicual... renunciemos a imponer  y abrámosnos a la alianza de los pueblos...

Es bastante posible que estemos de nuevo en guerra; una guerra de guerrillas, cibernética, global, tanto más peligrosa cuando el bando occidental - cuyo dios es el dinero- reniega de si mismo y se debate entre la "repulsa" y el "diálogo". Y mientras, mes tras mes,, miles y miles de iraquíes, sudaneses,pakistaníes,nigerianos, indonesios,sirios,..... huyendo del horror, del odio y de nuestra indiferencia. No quedan Charlies para ellos, no se afilan para ellos los lápices.

Que cada uno se cuente , voz engolada a lo Hollande, lo que quiera. Pero al menos, avisemos: esto es para cantar en el bus, borreguitos todos, esto son trolas,son mentiras, tralalá.  



jueves, 15 de enero de 2015

DE-TALLES


No sé si os pasa, pero a veces ves algo y es como si estuviera escrito para ti. Hace muchos muchos años, leí la ardilla hacendosa y supe lo que me esperaba en la vida, por desordenada. En aquella tierna edad, gracias a los Grimm , Andersen y demás cenizos, sin saberlo era una ferviente determinista: creía que la que nace hermosa y bondadosa será siempre así sin esfuerzo , y lo mismo ocurre con el malo y perezoso. Pequeños detalles que te marcan para siempre.Das o no das la talla.


Bueno, el caso es que en la web de ABC  me topo con que SE BUSCA a una persona  y resulta que soy yo, así que voy a entregarme. El sheriff tiene bata blanca y se llama Quirón, Clínicas Quirón. El proyecto consiste en ayudar al culpable, digo al voluntario, a perder "esos kilos de más"... y aprender a comer de forma  equilibrada y sana.Y lo mejor es que el elegido irá contando sus progresos con la báscula (sus descensos) y la reeducación alimenticia en la web de ABC. Lo voy a contar todo, con todos los detalles.  Ser eso, equilibrada y sana,es lo que quiero ser de mayor, como antes soñaba con ser Wendy o Rapunzel, con sus tallas 32.


Si es que al final todo es un problema de talla, como me decía mi amiga Mercedes:

- Pasas de la 38 a la 40, no es para tanto.
-¿Y cuando sigues de la 40 a la 42?
-Entonces son dos tallas.¿Tú no eres gallega? pues ya sabes lo de las escaleras: a veces subes y a veces bajas.

 No, si ahora va a resultar que subir escaleras engorda. O será que soy medio gallega nada más, ... que ya bajé en picado en junio y me di tal trompazo que subir, subo; pero bajar, eso si que ya...total, antes de que el médico me obligue a elegir entre mis malos hábitos y yo - y no me escoja a mi misma-, caben soluciones tan buenas como el equipo profesional del Quirón  con un plan nutricional personalizado (qué bien suena, que te hagan  tanto caso) , y, antes de la operación bikini (que no sigo pues no uso tal prenda tan concisa y escueta), antes de rendirme en fin al enemigo y pasarme al lado oscuro...pongo mis esperanzas en los médicos y espero la llamada del ABC con la ansiedad con la que los pilotos de la RAF aguardaban sus misiones ( sí, hoy toca atravesar el canal, rugían con entusiasmo en una noche de galerna, apenas una  cazadora de cuero-tan cool- para protegerse del frío del espacio exterior. O al menos en las películas era así). Quizá me encienda un pitillo como los pilotos para entretener la espera -y convenza así a los médicos de la urgencia de mi caso.kilos, vicios,...como una vieja estrella de Hollywood, antaño talle de avispa, hoy decrépito declive aguardando el penúltimo papel de su vida, el de cronista de si misma.Sabiendo que el mejor relato aún está por llegar,por escribir. Por tallar.