viernes, 25 de noviembre de 2016

Niños, poneos a jugar


"Deberes sí, deberes no" es un debate habitual, junto con la conciliación, la igualdad, y otros temas pendientes, y urgentes.
Es verdad que en un artículo, programa o coloquio no pueden extenderse los argumentos; que la inmediatez y brevedad hacen difícil un análisis sereno y argumentado; pero también que, muchas veces, repetimos los mismos lugares comunes y no avanzamos. Unos ejemplos. 

Argumentos a favor de los deberes:

"Así va adquiriendo el hábito de trabajo"

El hábito puede adquirirse leyendo unos minutos, escuchando una pieza musical, dibujando, o buscando una hoja caduca. Mediante el juego, se aprende; del no hacer nada, surge la inventiva y la imaginación. El tiempo que pasan fuera del colegio, ¿no sería mejor destinarlo en los primeros años a descansar, estar al aire libre, a, en fin, ser niños?.

"Así los preparamos para el mundo real que les espera"

¿En Primaria? ¿en serio? ."la jungla que les espera ahí fuera" la hacemos entre todos, no es algo que  nos hayamos encontrado los adultos de repente. Pues, si eso es malo, no le inculques eso a tus hijos, ¿no? ·
A veces, me parece que intentamos que los niños tengan lo que nosotros no tuvimos, sean lo inteligentes que no somos, suplan nuestros defectos y complejos...

"Ganan en autonomía y responsabilidad"

 Ah, ya, claro...por eso muchos padres tienen que ayudarles a estudiar o resolver problemas. Por no hablar de profesores particulares, de idiomas y academias.

 Y entonces en los colegios, ¿qué se les enseña? ¿lo contrario de la disciplina y el trabajo? ¿no son suficientes seis, ocho horas diarias de clase?  Por no hablar de las extraescolares. Que parece que llevan el peso del mundo en sus mochilas.

Los expertos alertan del aumento del estrés y la ansiedad en los niños y adolescentes. ¿No habrá alguna relación?

¿Y, ya puestos, por qué se les llama deberes?  ¿No estábamos en lo del hábito de trabajo  responsable y la libre iniciativa? si es para favorecer esos tiempos de tareas, que se llamen Voluntarios, o Autoevaulación, o,...que se den de alta como Autónomos (los niños). Pero, si  son obligatorios, lo que hay que hacer, pues prediquemos con el ejemplo; que tu jefe te mande tareas cuando salgas de la oficina.Que te riñan si no los haces. Que te dejen sin tomar café.  Si continúa el colegio por las noches, entonces, por favor, que los profesores nos ayuden a que nuestros hijos se laven los dientes,  hagan su cama y coman como seres humanos.


Porque a ver si  resulta que saben programar una hoja  excel a los nueve años y  desconozcan cómo se pone una lavadora o se fríe un huevo. No los vayamos a traumar.


¿Por qué tanto hablar de educar en positivo, la inteligencia emocional, el aprendizaje  divertido? si el tiempo se va en estudia el examen, dame esa nota, termina el trabajo...


Todos los niños crecen menos uno, comienza el autor James Barrie. Todos, menos Peter Pan, que es como denominamos el síndrome del inmaduro incapaz de  asumir responsabilidades, dejar la adolescencia, trabajar en equipo, hacerse cargo de su vida... ¿no resulta contradictorio? Porque si no les dejamos ser niños ahora, puede que después se vayan a jugar, cuando se acaben por fin los "deberes".

Todo tiene su tiempo. Y la infancia ( de in-fans, "el que no sabe hablar") es la época para aprender.

 Para aprender a ser feliz.