sábado, 26 de abril de 2014

Hombres con J


El Obispo Ángelo Roncalli era el diplomático del Vaticano en Turquía durante la Segunda Guerra Mundial.Con la complicidad del embajador alemán, Von Papen, logró salvar a más de 24.000 judíos. 

karol Wojytla era muy joven cuando los nazis invadieron Polonia; muchos de sus amigos judíos murieron en los campos de concentración.En medio del horror,decidió hacerse sacerdote.Muchos años después, hablando del misterio del dolor, diría que el límite impuesto al mal es, en definitiva, la divina misericordia. Mañana, domingo de la Divina Misericordia, aniversario de su muerte, va a ser canonizado junto al Papa Roncalli, el Papa Bueno.

El segundo nombre de Angelo y Karol era José -Guiseppe, Josef. Juan Pablo II tomó el nombre por sus predecesores; Juan XXIII inició el Concilio Vaticano II, y el Papa polaco se encargó de aplicarlo en la Iglesia.Se parecen en otras cosas: su amor por la paz, la libertad y la justicia;  su predilección por los niños,la familia,la Iglesia; por poner sus vidas en manos de la Virgen; por su buen humor, sencillez y alegría; por su confianza en la bondad del ser humano 

Mañana, el Papa Francisco -otro gigante- proclama la santidad de Juan XXIII y Juan Pablo II, el Grande. Qué gran día.Desde estas líneas, vaya mi agradecimiento y homenaje; gracias sobre todo a Dios por el regalo de estos dos hombres.Si es verdad que nos tocan tiempos convulsos -tampoco el siglo XX fue fácil, verdad- no lo es menos que, con unos cuantos hombres grandes,el mundo está salvado.


Cuentan que, cuando previnieron a Stalin - de nombre Jósef, por cierto- del peligro que representaba la Iglesia Católica, preguntó , despectivo: ¿cuántas divisiones tiene el Papa?. Ay, qué risa. Hoy, fracasadas las dictaduras que parecían eternas,los que viven para siempre son estos hombres luminosos.

Sor Tobiana, una de las monjitas polacas que cuidaba de Juan Pablo II,y que también era médico, le dijo poco antes de su muerte: estoy preocupada por la salud de Su Santidad; a lo que el Papa le respondió: yo también estoy preocupado por la salud de mi santidad. Y es que sanar y salvar comparten la misma raíz; quizá por eso los sacerdotes se llaman también curas. 


Así, este domingo estarán juntos cuatro Papas: los dos Juanes, El Papa Francisco y el Papa emérito Benedicto (  ¡otro Josef! ).

 Bueno, cinco, si contamos a S.Pedro.

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