miércoles, 25 de noviembre de 2015

Mea Culpa


Parece que fue ayer. Enero del 91, mucho frío en la Universidad mientras miraba los titulares de los periódicos :ataque,Bush, invasión, kuwait, Irak,un tal Sadam Hussein: entre todas las portadas, un subidón de orgullo celta: la mejor era la de La Voz de Galicia. Tan sólo seis letras grandes y negras

   GUERRA

¿Tiranías? ¿guerra justa? eso me parecía -ay, la manipulación de las masas- hasta que leí en ABC al inolvidable JL Martín Descalzo: cuánto he dejado de querer , de perdonar, para que ocurra esta catástrofe.Yo también soy culpable. Cuántos rencores, egoísmos y envidias que tú y yo hemos cometido, cuánta ayuda, amabilidad y comprensión hemos dejado para otro día , para que , persona a persona, barrio a barrio, nación a nación,  lleguemos a las puertas del infierno.A los cuatro jinetes del Apocalipsis, hambre, terror, miseria, ignorancia, odio,blasfemia,


         MUERTE

Y así varias generaciones: niños sin familia, sin educación, sin futuro. A la Primera Guerra Mundial, le sucede la Segunda. Y la Tercera.

Y, por detrás, moviendo los hilos,los de siempre:traficantes,armas, drogas, fanáticos. El dinero, el maldito Mammon que consigue que a algunos dictadores no se les rechiste, que a otros totalitarismos no se les toquen, que el comercio, que el petróleo,que la geoestrategia y geopolítica y geo Tío Gilito.

Pero eso no nos exime a los demás de responsabilidad.A los burgueses que hacemos aspavientos, soltamos la lagrimita ante el cadáver de un niño y,a continuación, a lo nuestro.

A saltar a los deportes, a ocio o famosos en la sección de los periódicos. Que yo ya tengo mis redes sociales con un lacito negro.Que todos somos, bla bla bla.

En uno de los primeros titulares de la literatura-a cuántos podríamos adjudicárselo, adjudicárnoslo- , el homicida Caín le increpaba a Dios, al Creador:

 ¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano? 

Hoy, como ayer.

jueves, 16 de julio de 2015

Azul Marino

Galicia se ha despertado con bruma. Azul, humo y blanca, la niebla. No importa. Hoy es la Virgen del Carmen y los gallegos somos así. Primero gris, luego verdoso, el mar se está volviendo turquesa porque, como siempre ocurre, está saliendo el sol. Nunca des por perdido un gallego. Un día gallego. Mal comienzo, indefinición, dudas: al final responden. Los gallegos.

Y ya sé que el mar no es patrimonio de nadie. Pero Galicia nace, y sueña, y muere en el mar. Esta mañana las cofradías de pescadores se preparaban para festejar a su Patrona. Marineros, pescadores, navegantes: hoy es su gran día y yo creo que todos son hombres sabios, pues conocen la soledad, el sacrificio y, a fin de cuentas, saben que forman parte de algo mucho más grande que ellos. Que en alta mar, por la noche y ante las estrellas, hay que estar algo tarado para no reconocer que Alguien es la causa de las olas y amaneceres y ocasos, que allá cerca en el firmamento un  Jefe se encarga de todo (que a ver cómo se explican las mareas, el ritmo de los océanos, la perfección de las playas. Casualidades, las justas).

Ser marino es, debería ser, una forma de ser. La de quienes saben que vale la pena formar parte de un ideal y para quienes las palabras servicio, disciplina, heroísmo y Patria tienen mucho significado. Tanto, que le entregas la vida.

Que ya. Que te puede gustar o no. Que militar es una palabra contaminada y cargada de sospechas -autoritarismo, fascismo, ¡venga ismos!...- Que te puede gustar o no. Yo nací en este tinglado, así que me gusta. Se suele valorar sólo lo que conoces bien.

Todos los 16 de julio tiene lugar en la Escuela Naval de Marín la jura de la bandera -de los alumnos de primero- y la entrega de despachos -graduación de los nuevos oficiales-. Himnos y desfiles que simbolizan la unidad, lealtad y entrega a España, los españoles y el Jefe de la Fuerzas Armadas. Un puñado de jóvenes, algunas chicas también, que han jurado hacer de la defensa de la Patria su profesión. No parece mala cosa. Ya lo dice el poeta:

El mar. La mar.
Siempre la mar.

Entre el celeste y oro de los estandartes sobresale la apostura marcial de los uniformes. Que son de un tremendo azul; pero hoy, el uniforme, por verano, es blanco, brillante e impoluto. Blanco como la espuma que baña nuestras costas, que lame nuestros barcos. Fronteras y navíos desde los que los hombres del mar custodian a España.

lunes, 13 de julio de 2015

¿A que soy genial?

En una entrada anterior sobre los finales literarios, decíamos que titular bien es primordial, como por ejemplo vemos en artículos, cine... un buen título puede ser la diferencia entre leer o no, que te atraiga o no, que compres o no. En publicidad, el lema es como el título, y es la clave: lo importante es poder hablar, Benditos bares... siempre me han encantado.
 
Los hay de diferentes tipos. Los más anodinos son los que simplemente describen lo que te vas a encontrar:
 
-La casa sobre el río.
 
Otros te sitúan y te dan una pista sobre el protagonista:
 
-Doctor Zhivago (inolvidable Omar Shariff).
 
 
 
Sobre el tema:
 
-Crimen y castigo.
 
 
 
 
O sobre la metáfora o segunda lectura que hay detrás:
 
-Los cuatro jinetes del Apocalipsis, en una novela sobre guerra.
 
 
 
A mí son estos últimos los que más me gustan, los que te obligan a pensar un poco y a establecer analogías o moralejas, como:
 
-La gata sobre el tejado de zinc:
Turbio y espeso drama de Tennessee Williams, que fue llevado al cine con el mismo nombre (¿para qué cambiarlo si es tan bueno?) Lo de las traducciones y censuras da para otra entrada. La gata sería Elizabeth Taylor, que le va al pelo, y el cónyuge con problemas Paul Newman, lo que hace más incomprensible el lío.
 
Y, sinceramente, lo mejor de esta pieza teatral es el título, como otros: ¿Quién teme a Virgina Woolf? o ¿Qué tal, Pussycat? Lees esto y te entran ganas de leer. El autor tiene que provocar interés.
 
En la Antigüedad encontramos títulos inmortales: La Ilíada, La Anábasis, La Expedición de los Diez Mil, Antígona, Edipo Rey... que parecen resonar con ecos de batallas, viajes y conquistas. Pura épica.
 
Saltando miles de años, y por aquello de venderse a uno mismo, me atrevo a sugeriros que releáis las entradas de mi blog como ejemplo de buenos encabezamientos:
 
-Con la nieve en los talones (jugando con la película y el doble significado de talones).
 
-Limpia, fija y da esplendor (lema de la RAE aplicado en sentido metafórico-literal a las peluquerías).
 
-It Girl (con sentido humorístico, espero).
 
-Ay (léase al revés...)
 
Y un último ejemplo de autobombo. A veces, y a mi eso me parece de cracks, el significado del título no se devela hasta terminar el libro, hasta la última línea incluso. Un  buen periodista sabe acerca del efecto de terminar su columna como ha empezado, cosa que ya decía Aristóteles y que ahora lo podemos resumir con que le salió redondo. Título que se contiene o explica en las últimas palabras.
 
Como ocurre con el título de esta entrada. Excesivo quizás.

viernes, 10 de julio de 2015

Libros con SPF

Para mi amiga Margaret, allá en la brumosa Irlanda.

Sólo unas líneas, queridos amigos, que le he tomado prestado a mi padre el wifi y es muy mirado con eso del descenso de los gigas, y eso que gigas parece que viene de gigante. 
En verano hay que tener varios tipos de lecturas. Libros para la siesta, la orilla del mar, los ratos perdidos, mientras espero a que se duchen mis hijos -con alguno da para una trilogía-... Como me habéis preguntado por títulos, y cuánto os lo agradezco, ahí van unas sugerencias:


retorno a la infancia-rafael gomez perez-9788432144998-Retorno a la infancia,  de Rafael Gómez Pérez:
estupendo ensayo sobre los primeros años y su retorno al cabo del tiempo. Muy interesantes las citas. Edición apta para llevarse en la mochila, y a precio asequible.





-Las cuatro Gracias, de D.E. Stevenson:
novela inglesa de ambiente rural, amena y costumbrista, con el trasfondo de la Segunda Guerra Mundial. D.E. Stevenson me hace mucha gracia.




-Harper Lee:
después del éxito arrollador de Matar a un ruiseñor, se quedó tan abrumada que no volvió a publicar nada más. Ahora, muchos años después, sale a la luz Ve y pon un centinela, animada por sus amigos de la residencia de ancianos. Aún no lo he leído; mientras tanto, podéis leer o releer su primera novela, y ver la fantástica película. Gregory Peck, como el abogado Atticus Finch, sigue siendo considerado el epítome del personaje masculino americano. Toma, y europeo también, y zulú.

Me ha descubierto el guardián de los gigas . Me voy corriendo a la playa. Con John Grisham

martes, 9 de junio de 2015

Brindemos por la cándida adolescencia

                                                                                                                            Para Rose.

Queridos jóvenes:

Con la última entrada me entró tal nostalgia de escribir cartas que me gustaría dedicaros una. Quizá os parezca raro, y asociéis escribir con los exámenes. Ahí sí que os interesa lo que pone el colega, ¿eh?

Lo epistolar me ha hecho recordar esos años, los vuestros, en los que todo está lleno de comienzo, como dijo Miguel Ángel Asturias.
Aclaro que un poeta es un tío que entra al fondo del misterio, de la realidad, y lo cuenta para explicar las cosas. Algunas. Que otras no tienen ni remedio ni explicación.  Si queréis entenderos a vosotros mismos, leed, leed; por ejemplo a Edith Wharton y su Edad de la inocencia.
Pongamos que hablo de estrenar la vida.

Como mis hijos no me leen -ni me oyen-, os diré que tengo a los dos mayores inmersos en ella, la mala, la adolescencia. Sólo hace falta saber que adolescencia viene del  verbo clásico adolesco, padecer, para saber cómo está el tema, cómo se sufre al dejar atrás las cosas de niño. Un verbo grecolatino, digo, y además irregular, toma complicado, como complicados sois vosotros. Porque crecer duele, como la fiebre. Porque decir adiós es romper(se). Porque para ganar antes hay que saber perder.

Pongamos que hablo de aprender a vivir.
Y encima algunos os quieren complicar más aún. Los flautistas de Hamelín, los vendedores de humo. Vosotros recordad que hay que saber esperar, que lo grande comienza por ser pequeño, que no os dejéis marchitar el misterio. A lo mejor os suena lo de:

              No la toquéis más,
              que así es la rosa.


Y ahora que estáis en el último esfuerzo del curso, o en el esfuerzo sin más, me acuerdo de la rabia que me daba aquello de las batallas las ganan los soldados cansados. Pues estudia tú, habría querido gritar. Pero es que sin sudor no hay alegría, sin lágrimas no hay risa. Sin agua que llegue hasta la última playa, no hay verano.

Pongamos que os hablo de lo valioso de la vida.

Me gustaría terminar con una cita de un clásico, apodado Hijo del Trueno, quien, ya anciano y en el exilio, como despidiéndose, dijo:

Os escribo a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes.

Juan había sido el más joven y audaz de su pandilla de idealistas: el único que no traicionó a su Maestro.
Lo iba a escribir en latín, pero como ya no se estudia, como es de retrógados y fascistas... Total. Treinta siglos de cultura.

Bueno,venga, va:
  Scribo vobis, iuvenes, quia fortis estis.

¿A que sí?

Pongamos que hablo de ti.


viernes, 17 de abril de 2015

El cartero sólo llama una vez

Anteayer, en una conversación, alguien habló de su peculiar cartero, quien, entre otras lindezas, le dejaba las cartas de sus vecinos si no le daba tiempo a repartirlas. Eso ya es pasarse; en lo que coincidíamos las demás era el momento en el que esperas una misiva certificada. Suena el timbre, y en los segundos en los que te precipitas y corres al grito de vooooyyy, el buen hombre ya se ha ido, dejándote una notificación -AUSENTE DE SU DOMICILIO- para que vayas a recoger tu paquete a la oficina de correos más cercana, que nunca está próxima. Es como el síndrome del recomendado; cuanto mejor quieres que salgan las cosas, más se complican. ¿Algo urgente?, no lo pongas. 

Una vez me dicen al franquear un sobre:
¿lo quieres normal o mejor para que llegue seguro? Creo que lo llevé en mano. Como los mensajeros de toda la vida.

De todas formas, cada vez recibimos menos envíos, excepto facturas, claro. Cómo han cambiado los tiempos: ¿recordáis cuando se entrecruzaban cartas manuscritas? Muchas obras literarias no se habrían escrito sin el motivo de papeles extraviados, líneas quemadas, sobres interceptados... Alejandro DumasWilkie CollinsJane Austen... incluso existe -o existía- el género epistolar. Podríamos discutir si los blogs son las cartas del siglo XXI, pero no me vais a convencer. A mi no me contestáis a mis entradas.

Hace tiempo, mi hijo Rodrigo escribió su primera carta, a un amigo que vive en Guatemala. Fue como una prueba iniciática: entrar en un estanco, comprar un sello, franquearla, explicarle cómo viajaba... Rodrigo alucinaba, y yo también al darme cuenta de los pocos buzones que sobreviven. Ahí, mamá. No, hombre, eso es para la prensa gratuita. La depositamos con la ceremonia de los novios victorianos. ¿Llegará?, preguntaba. Esta generación... les parece normal Internet, los móviles y abrir sin permiso la nevera, y se asombran con algo casi tan viejo como el mundo.

También hay películas: la magistral Carta a tres mujeres, por ejemplo, o Cyrano de Bergerac, versito va, versito viene, con un Gerard Depardieu en plena forma, y muy, muy cobarde. Las epístolas se firman con tu nombre, chaval.

Hay un refrán oriental que dice: el cartero, en sus días libres, se da un largo paseo. Que quiere decir que somos animales de costumbre y nos gusta la rutina, o algo así.

Pero yo no estoy de acuerdo. Aquí el recorrido es mucho más corto, y no los veo el fin de semana.

Quizá los carteros no sepan lo que nos enseña Gabriel García Márquez (por una vez coincido con él) en El coronel no tiene quien le escriba. Aprendemos que lo peor no es no recibir cartas, sino, como ocurre en el amor, no tener a quién escribir.

P.S.: Acabo de ver que Google ha comenzado a incluir publicidad. ¿He creado un monstruo? Les di autorización pero al parecer no puedo elegir los contenidos. ¿Búsqueda de pareja? ¿Están de broma?

lunes, 13 de abril de 2015

Pasar olímpicamente



 Las montañas siempre han ejercido una poderosa atracción. En las culturas antiguas, la cumbre indicaba el lugar de la divinidad; pues,¿acaso no estamos ahí más cerca de las nubes, del cielo, de Dios?.Unos suben a la cima y otros bajan a la sima. Y otros, como Heidi, suben y bajan, como una cabra.

En la mitología clásica, Atlas o Atlante era un titán que fue castigado con llevar sobre sus hombros la bóveda que separaba los cielos del tierra.También encontramos un mítico rey Atlas, astrólogo y matemático, que habría descubierto la forma de los astros. En su honor, el primer mapamundi recibió su nombre.

La Cordillera del Atlas es un macizo montañoso de más de 2.000 Km que atraviesa tres países norteafricanos; separa el Mediterráneo y el Atlántico del desierto del Sahara, y se formó milenio arriba o abajo al mismo tiempo de otra cadena, los Alpes.

(he tenido que buscar estos datos, que en geografía cero patatero).

la espeleología es una actividad en la que los atletas se sumergen en las profundidades de las montañas: cuevas de difícil acceso e increíble belleza, en la que se suceden las estalactitas, galerías, gargantas...el deporte se da la mano con la geología,  y zoología; y la escalada con  el buceo , el deporte con la arqueología, pues se han llegado a descubrir cuevas rupestres. No es un deporte competitivo, sino que la lucha, por decirlo así, es consigo mismo.Entre ellos el compañerismo es una constante y, el trabajo en equipo, cuestión de vida o muerte. 
 Creo que los espeleólogos  tienen una alta preparación -no son unos turistas temerarios- sino que asumen el riesgo y ponen los medios para evitar catástrofes. 

Pero, a veces, por desgracia, ocurren.

Hace pocas semanas, nos conmocionamos con la tragedia del avión estrellado en los Alpes, con el cruel agravante de ser un homicidio intencionado . En el cañón de Wandrass, en el atlas marroquí, tres españoles sufrieron una caída; uno de ellos recibió un impacto mortal.Para los otros dos,uno herido, comenzó una agonía de ¡seis días! pues, al parecer, no se disponía de medios ni hombres capaces de rescatarlos y se declinó la ayuda española.Para colmo, cuando al fin les rescatan , el inspector de policía José Antonio Martínez se les muere tras caérsele a los marroquíes la camilla a una catarata.El superviviente lo ha contado:cinco días cuidándolo y me lo matan en cinco minutos.
Cuatro militares españoles tardaron veintiséis horas en rescatar los dos cuerpos. Un brigada y tres guardias civiles  de la Unidad especial de Montaña de Jaca: los mejores entre los mejores.¿Por qué no pudieron llegar antes? ¿Podrían las autoridades españolas haber hecho más?

 Imaginaos. Tres franceses expertos  se separan de  su grupo y desaparecen. Se da la voz de alarma.Ante la tibia respuesta local,se convoca al embajador a consultas, no para que les cuente nada, sino para presionar. Las redes sociales comienzan a arder.Se lleva la protesta al Parlamento Europeo. La gendarmería -dos son policías- ruge.El ministro de Interior suspende sus vacaciones de Pascua y se pone al frente.Se suceden las ruedas de prensa.

Un avión oficial pone rumbo al Atlas, y, por supuesto, aterriza.Salvan, regresan y son aclamados como héroes. No cuentan que de paso han hecho una visita a unos presuntos terroristas,para saludar más que nada. La opinión pública está indignada por el retraso. Manifestación al canto. Se reabre el tema de la inmigración. El Presidente, el ministro de Interior y el de Exteriores, el jefe de Policía y otros continúan dando explicaciones. Se abre y concluye una investigación. C´est fini.

¿Exagero?.En Alemania, Gran Bretaña, y demás naciones civilizadas,a los suyos no se les toca.  En España nos salva el núcleo familiar y de amigos, pero, ¿hacerse respetar? ¿colocar la vida humana por encima de intereses políticos? ¿dar la cara? ¿ponerse en lugar del otro?. 

La fiscalía francesa, vuelvo a los Alpes, advirtió desde el principio que la labor de los forenses de los pasajeros del avión de la compañía Germanwings va a durar meses; y que se  repatriarán todos los cuerpos a la vez . ¿Recuerdan la tragedia del Yakolev? militares españoles que se estrellan  por volar en un aparato defectuoso. Había que traerlos a España en 48 horas,  con prisa por oficiar el funeral y tapar el asunto-se sabía cómo estaban eso yakolevs. ¿Resultado? una ignominiosa chapuza, errores en la identificación y un calvario más para las familias. Ningún miembro del gobierno dimitió. Sí lo hizo el general médico , tras exonerar a sus hombres, y sufrió años de difamaciones  que, quizá, precipitaron el cáncer que acabó con su vida.


La mitología griega nos habla de un monte, el Olimpo, donde vivían entre nubes los dioses, que se pasaban el día discutiendo y rara vez se interesaban por el curso de la historia, por los problemas de los humanos.

Caramba, qué coincidencia.



miércoles, 8 de abril de 2015

CATE

Para mi amiga Catalina R-L, mi pelirroja favorita.


Cate Blanchet (Merlbourne, 1969), es una maravillosa actriz. Si Nicole Kidman no hubiera sido abducida por falsas promesas, si no hubiera perdido su expresividad  con tanta cirugía, es probable que  hoy seguiría siendo la reina de las intérpretes, y no sólo australianas, pero Nicole es Nicole Kidman y Cate Blanchet es Cate.

Catalina es un nombre genial; no me voy a enrollar por ese lado pero sí tengo que decir que, si te llamas Kate, Kathleen  o similares ya tienes bastante ganado en la vida. Casi me gusta más con K, porque una K mayúscula imprime muchísimo carácter, como la R: acabo de leer que Daphne Du Marier tuvo unos celos terribles al encontrar una vieja carta de una antigua novia de su marido, Jay Ricardo; y esa gigantesca inicial le atormentó como a la protagonista de Rebeca...

Y eso que nuestra Cate  no empezó a actuar hasta los 25 años. No todas sus películas están a su altura; ella sí. Es curioso que en El aviador encarne a Katherine Hepburn, pues tienen cierto parecido, aparte de su nombre: su altura, distinción... esa manera de moverse y llenar la pantalla. No es que sea impresionante, tampoco vamos a exagerar; cuando abre los ojos hasta da un poco de miedo. Quizá por eso está tan bien en El Señor de los Anillos y El Hobbit, como la Elfa Galadriel. Como otros actores nativos, participó encantada en el rodaje neozelandés. Ah, por cierto, el lugar natal de Cate se llama Ivanhoe. Su destino estaba claro. 

En fin, no quisiera idealizarla demasiado, pero encima uno lee sus entrevistas y tienes la impresión de que es una persona inteligente, simpática y sensata. Además, ha dirigido con su marido, Andrew Upton, el Opera Sidney Theatre, tienen tres hijos varones -meritazo, Blanchet- y  ha adoptado hace poco a una niña. Lo dicho, casi perfecta. ¡No te pases, Cate!

Todo lo contrario de su personaje en  Blue Jasmine (una dura película en la que Woody Allen disecciona la apariencia, la codicia, la soledad y más allá), merecido Oscar femenino para la rubia, quien  interpreta a una  mujer frágil y despiadada, víctima y verdugo, delicado equilibrio, sin caer nunca en caricatura, exageración o burla (ésto es lo más difícil del cine, del arte, de la vida: saber interpretar convincentemente tu papel, sin sobreactuar). También eficaz Alec Baldwin, como  corrupto financiero, que no termina de caernos del todo mal -se dice que se inspiraron en Bernard Madoff-; y fantásticos secundarios. Como siempre ocurre con Woody Allen, la sorpresa final, el final moraleja, siempre presentes. ¿Culpable o inocente?

Un personaje más de la película es el vestuario: guapísima Cate con sus Hèrmes, Chanel... con ese bolso Birkin vintage que Blanchet empuña, hasta que se enteró de que era de una de las secretarias  de producción, que lo había prestado. A partir de ahí lo arroja con más cuidado.  

Me gusta imaginar que Woody Allen eligió el título por las connotaciones de la palabra Blue: saxofón, niebla, decadencia, nostalgia... Blue Jasmine, la caída de una mujer que parecía tenerlo todo; el auge de una actriz, White Cate, brillante, fresca, enigmática, original.

Estos días la tenemos de nuevo en las pantallas como la madrasta de Cenicienta, tan blue, tan Cinderella, ella. Imponente, irónica y tremenda Lady Tremaine que justifica una explosión de optimismo Disney en todo color. Colosal.

P.D.: uno de sus hijos se llama Ignatius. No lo ponía porque era otro parecido más conmigo, pero a estas alturas...            

domingo, 8 de marzo de 2015

Maternal

Estoy en el Hospital Materno Infantil velando el sueño de mi hija, y hablando conmigo misma, creo que incluso mis amigas han dejado sus móviles. De nuevo otro ocho de marzo, domingo, día de la  Mujer. No añado lo de trabajadora pues eso es una tautología, y perdonad la pedantería: como blanca nieve, lo de trabajar es inherente a ser mujer. Naces y durante milenios: "Bah, sólo es una niña", decían, y miraban con recelo a su madre. ¿Quién ha curado, cultivado, vendado, alimentado, protegido, sanado, despiojado y demás? Sólo ellas saben hacer hombres, dijo un griego a no sé qué bárbaro al preguntar porqué se valoraba tanto a las mujeres en su polis. Y no creo que las trataran tan bien, lo cual da idea de cómo se las gastaban las demás culturas. 
Que mientras los hombres combatían, saqueaban, arrasaban y en general hacían el salvaje para evitar en definitiva estar en casa para los baños y cenas... allí estaban ellas para arreglar los estropicios y salvar lo que se pueda.
Noche en el hospital infantil, y he visto tantas médicos, enfermeras, auxiliares y otras que, fiestecillas a ellas... están al pie del cañón... que sí, que hay motivos para recordarlas, no hoy, no en los relatos, sino todos los días y por tanto: por sonreír, por acariciar, por estar siempre ahí, sin cuotas ni calendarios, desde que naces y para toda la vida. La vida que sólo las mujeres pueden dar.

viernes, 16 de enero de 2015

vamos a contar mentiras



Sigo con mi nostalgia del pasado de niña de la EGB. Los más viejos del lugar recordaréis esa cancioncilla indispensable en el repertorio de ruta escolar:

...y en el monte las sardinas tralalá,vamos a contar mentiras...

Lo bueno de mi generación es que sabíamos distinguir entre el bien y el mal. Ya os lo contaba ayer, la cosa desprendía un tufo maniqueo en el que se obviaba que la vida no es casi nunca en blanco y nefgro- como los primeros televisores- sino que admite variiados acordes en gris.Marengo, acero, arena, perla, greige,...que se lo digan a una fashion blogger.

 Ahí estaban Pinocho y La ratita presumida para recordarnos la espiral autodestructiva de los embustes. Cuando unos cuantos remilgados  se inventaron la etiqueta de políticamente correcto, muchos ya estábamos vacunados de semejante tontería. 

Que la vida iba en serio...cantaba Loquillo con versos de Gil de Biedma. Que los que han eliminado la historia, filosofía y humanidades en general de la educación saben bien que donde siembras bobos, recoges borregos.

Así que, partiendo de dos premisas:

-I. la libertad, ya lo decía D.Quijote, es el bien más preciado al que un hombre puede aspirar. Pero es que antiguallas como Aristóteles  ya advertían que la libertad y la verdad son dos caras de una misma moneda. No eres libres si estás engañado,si eres idiota, con perdón. 

-II . Nada justifica un asesinato,nada. Pues el fin nunca justifica los medios, y muchísimo menos en este caso: la vida humana es sagrada.

Podemos decir que

-la libertad lleva consigo la responsabilidad,y ejercerla conlleva unas consecuencias. No es ilimitada, termina allá donde empieza la de los demás.

-Presumir de moderno laicista proguesista y todos los -ista no da derecho a mofarse de nada ni nadie.

-Cuánta necesidad tenemos de héroes, de guías, de modelos que imitar. Un terrorista no es un mártir; a veces, la víctima tampoco era un ejemplo, por mucho que condenemos su muerte.

Dorothy Sayers, además de una estupenda autora de novelas de detectives, fue una referente intelectual inglesa, en especial durante las segunda Guerra Mundial. Animó incansablemente a todos, en especial a sus amigos del Círculo de Oxford - Lewis, Tolkien, y así- a reconstruir moralmente la nación que vendría tras la devastación de la guerra. Y sus armas eran insistir en la unidad de la nación, en ser excelentes profesionales, en educar a las nuevas generaciones en la historia de Inglaterra y Europa ( pues formamos parte "de una tierra de héroes", decía) y sobre todo en no olvidar la creatividad, la fe, la belleza, lo que distingue la civilización de la barbarie.


Me pasmo con la similitud entre las medidas propuestas por Sayers y el actual modelo educativo. Me asombro con la reacción de los llamados dirigentes, su buenismo, su estupidez, su poltronería, sus gestos a la galería, ...todos somos tal...integrémonos todos en una sociedad multicual... renunciemos a imponer  y abrámosnos a la alianza de los pueblos...

Es bastante posible que estemos de nuevo en guerra; una guerra de guerrillas, cibernética, global, tanto más peligrosa cuando el bando occidental - cuyo dios es el dinero- reniega de si mismo y se debate entre la "repulsa" y el "diálogo". Y mientras, mes tras mes,, miles y miles de iraquíes, sudaneses,pakistaníes,nigerianos, indonesios,sirios,..... huyendo del horror, del odio y de nuestra indiferencia. No quedan Charlies para ellos, no se afilan para ellos los lápices.

Que cada uno se cuente , voz engolada a lo Hollande, lo que quiera. Pero al menos, avisemos: esto es para cantar en el bus, borreguitos todos, esto son trolas,son mentiras, tralalá.  



jueves, 15 de enero de 2015

DE-TALLES


No sé si os pasa, pero a veces ves algo y es como si estuviera escrito para ti. Hace muchos muchos años, leí la ardilla hacendosa y supe lo que me esperaba en la vida, por desordenada. En aquella tierna edad, gracias a los Grimm , Andersen y demás cenizos, sin saberlo era una ferviente determinista: creía que la que nace hermosa y bondadosa será siempre así sin esfuerzo , y lo mismo ocurre con el malo y perezoso. Pequeños detalles que te marcan para siempre.Das o no das la talla.


Bueno, el caso es que en la web de ABC  me topo con que SE BUSCA a una persona  y resulta que soy yo, así que voy a entregarme. El sheriff tiene bata blanca y se llama Quirón, Clínicas Quirón. El proyecto consiste en ayudar al culpable, digo al voluntario, a perder "esos kilos de más"... y aprender a comer de forma  equilibrada y sana.Y lo mejor es que el elegido irá contando sus progresos con la báscula (sus descensos) y la reeducación alimenticia en la web de ABC. Lo voy a contar todo, con todos los detalles.  Ser eso, equilibrada y sana,es lo que quiero ser de mayor, como antes soñaba con ser Wendy o Rapunzel, con sus tallas 32.


Si es que al final todo es un problema de talla, como me decía mi amiga Mercedes:

- Pasas de la 38 a la 40, no es para tanto.
-¿Y cuando sigues de la 40 a la 42?
-Entonces son dos tallas.¿Tú no eres gallega? pues ya sabes lo de las escaleras: a veces subes y a veces bajas.

 No, si ahora va a resultar que subir escaleras engorda. O será que soy medio gallega nada más, ... que ya bajé en picado en junio y me di tal trompazo que subir, subo; pero bajar, eso si que ya...total, antes de que el médico me obligue a elegir entre mis malos hábitos y yo - y no me escoja a mi misma-, caben soluciones tan buenas como el equipo profesional del Quirón  con un plan nutricional personalizado (qué bien suena, que te hagan  tanto caso) , y, antes de la operación bikini (que no sigo pues no uso tal prenda tan concisa y escueta), antes de rendirme en fin al enemigo y pasarme al lado oscuro...pongo mis esperanzas en los médicos y espero la llamada del ABC con la ansiedad con la que los pilotos de la RAF aguardaban sus misiones ( sí, hoy toca atravesar el canal, rugían con entusiasmo en una noche de galerna, apenas una  cazadora de cuero-tan cool- para protegerse del frío del espacio exterior. O al menos en las películas era así). Quizá me encienda un pitillo como los pilotos para entretener la espera -y convenza así a los médicos de la urgencia de mi caso.kilos, vicios,...como una vieja estrella de Hollywood, antaño talle de avispa, hoy decrépito declive aguardando el penúltimo papel de su vida, el de cronista de si misma.Sabiendo que el mejor relato aún está por llegar,por escribir. Por tallar.