Me piden mis amigas que vuelva (se lo agradezco) y que escriba algo gracioso y divertido. Ah, ¿y nada más?.¿Y qué tal si me marco un premio Pulitzer? basta que te pidan eso, para que te quedes delante del ordenador con la boca abierta como en los dibujos animados, la mandíbula colgando y los ojos vidriosos.
Que ésto del sentido del humor es algo muy serio; el humor, decía Antonio Mingote,se tiene o no se tiene y es la manera de ver las cosas con claridad.
la duda es: ¿y si no lo tengo? o ¿se puede tener pero sólo a ratos? y si es así, ¿cómo se recupera? ala, me pongo en modo carcajada y ya; aquí una persona sensata diría lo de que la inspiración se encuentra trabajando, etc, lo cual sería un chiste fácil.Probad y veréis. Lo que me iba a reír.
Si queréis reíros de verdad,simpáticos y espero que múltiples lectores, leed a Wodehoose, escuchad a les Luthiers o ver La gran seducción, que salvo una ordinariez, es una película estupenda ( y eso a pesar de su influencia gala, lo cual explicaría la pequeña guarradilla).Claro que sobre gustos no hay nada escrito, y menos en el género cómico: cualquiera puede hacer llorar, pero lo contrario...
Como veis, de mi cosecha no salen grandes humoradas, así que voy a pensar en una de esas famosas anécdotas que salvan y alegran cualquier situación:
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Nada. No se me ocurre nada.Los puntos son el encefalograma (el mío).Tengo uno en casa para estas ocasiones. ( Por cierto ¿sabéis cómo se dice puntos suspensivos en italiano?: puntini puntini puntini )Ji. Ji. Ji.
Ah bueno sí,..., no os vayáis recuerdo una historia...del amigo Churchill, que ya sabéis que era un redicho y tenía labia para todo y para rato ( y para retos, ritos, rotos y descosidos).
Cuentan que en una ocasión peroraba el Lord Premier en la cámara con su blablabla, y entre el público estaba una aristócrata furibunda enemiga suya. En un momento dado Lady tal le interrumpe furiosa y grita:
-Si yo fuera su mujer le pondría veneno en el café!!!!
A lo que sir Winston sin inmutarse contestó:
-Y si yo fuera su marido, me lo bebería.
Me encanta porque el humor es así, como un chispazo, no premeditado,veloz,aparentemente inconsciente de su efecto, certero; se ilumina el cerebro (y el encefalograma) con la respuesta y la carcajada propia y ajena estallan con estruendo.
O sea, lo contrario de esta entrada.Ni chispazo, ni flemática, ni espontánea, ni nada.No oigo vuestro estruendo.
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Esto de la actividad plana me recuerda a Lo que piensan las mujeres: Mel Gibson recibe de repente la facultad de percibir el intrincado cerebro femenino, hasta hasta que pasan dos tontas del bote , presta atención y...el silencio...no piensan,no tienen nada en la cabeza. Sorprendente ( sorprendente porque son mujeres).
Pues sí,lo siento, pero Churchill sólo hay uno. Aunque quizá no sepáis que en otra ocasión un amigo le pidió que redactara unas palabras para un brindis, disculpándose por avisarle con poca antelación, pero que total era poca cosa:
-Cuánto tiempo tiene que durar? preguntó el gran hombre. (Me salto un signo interrogativo porque me gusta y porque habla un inglés).
-Muy poco, muy poco, diez minutos...(en plan tranquilizador).
Al contrario, le dijo Churchill. Puedo improvisar y hablar dos horas. Pero para hablar diez minutos me lo tengo que preparar con tiempo.
(Y eso que no le pedían divertir al público)
El humor surge de una exageración, un juego de palabras, un equívoco, un contraste o paradoja, y a ser posible en compañía, y , ya el colmo, en un lugar donde está prohibido el jolgorio.Por ejemplo, no hay nada que de más risa (floja) que una tontería que ocurre en una clase y veinte niños tengan que aguantarse. Te puedes morir ahogado o por tirarte de la silla o por las patadas del compañero. A mi hijo Rodrigo , según él, le castigan por eso, sólo por eso, por reírse cuando no debe. Si sólo fuera por eso, tendría gracia.Hoy se quedaba sin recreo.
Mi super admirado C.S.Lewis ( sí, ya salió) tituló su autobiografía Surprised by Joy, Cautivado por la alegría. Pero a lo mejor lo hemos entendido mal y se refería a una broma suprema : Me muero por un chiste, podríamos retitularlo. Quizá por eso se casó con su mujer, porque se llamaba Joy...él tenía casi sesenta años, lo cual viene a demostrar que, quien ríe el último...
La clave del humor se encuentra en la ironía, en decir lo contrario. Aunque pienso que la vampiresa de Quién engañó a Roger Rabbit? era muy sincera cuando le preguntaron cómo podía estar casada con un conejo bobalicón:
-Es que me hace reír.
Los dibujos animados, una vez más, nos sitúan en la verdad, como señalaba Mingote, hablando de dibus.
La clave del humor se encuentra en la ironía, en decir lo contrario. Aunque pienso que la vampiresa de Quién engañó a Roger Rabbit? era muy sincera cuando le preguntaron cómo podía estar casada con un conejo bobalicón:
-Es que me hace reír.
Los dibujos animados, una vez más, nos sitúan en la verdad, como señalaba Mingote, hablando de dibus.
Otro de los elementos de una agudeza es la sorpresa y el ingenio final: en una historia es deseable reírse a intervalos, cuanto más irregulares mejor (si no se entiende y vas enlazando carcajadas y hay que repetirlo se multiplica el efecto)...pero si el final es soso, has fracasado, amigo. Dale un giro, suelta una bobada, pronuncia una frase ininteligible o en otro idioma mientras sollozas congestionado y golpeas la mesa con el puño y la cabeza, haz lo que quieras, pero termina bien.Con gracia.
Y, si no puedes, como yo ahora, siempre tienes un infalible recurso, éste.
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