Excalibur es el nombre de la mítica espada de Arturo , legendario rey británico.Es el único que logra sacarla de la roca, como un nuevo David : no es el más fuerte, sino el de noble y sincero corazón, quien es digno de ceñir la corona, de empuñar la espada que otorgaba autoridad.El ciclo artúrico es precioso: los caballeros que imparten justicia en Camelot, un reino feliz, una Arcadia cristiana; justas caballerescas y justas lides, poemas de amor cortés, la hermosa Ginebra, Sir Galahad y ... bueno, si queréis leer algo, me encantan Sir Gawain y el caballero verde, estupenda edición de Siruela. También hay muchas películas; me gusta la versión de Clive Owen, El Rey Arturo, que recoge la versión de Arturo como el histórico (?) jefe galés-romano frente a la invasión normanda.
Las espadas y los caballos eran tan importantes para los guerreros que incluso tenían nombre.Tizona y Babieca eran los del mejor caballero de la mejor historia de la más grande literatura occidental : Rodrigo Díaz de Vivar. la diferencia de las narraciones artúricas y el Cantar de mío Cid es que El Campeador existió de verdad y realizó casi todas las proezas que se leen en el poema, incluida la de ganar una batalla después de muerto.
España es así: capaz de lo mejor, de tener misioneros y médicos que se dejan la vida en África, y de sufrir una serie de increíbles chapuzas que han podido poner en peligro a muchas personas. En la vileza de cuestionar la repratiación no quiero entrar. Hablemos un poco de la estupidez de Salvemos a Excalibur, asesinos,Excalibur ni olvidamos ni perdonamos...y eso que me enfrento a las iras de una hermana perruna perdida y a lo política y ecológicamente correcto.Que los perros son nuestros amigos, pero no es necesaria mucha imaginación para calcular todos los fluidos con que uno solo de la especie canina disemina por calles, animales y personas ; que excepto algunos chihuahas, esas ratitas vestidas de fucsia, no tienen botitas, y así entran en las casas y donde se les dejen, repartiendo virus por doquier. Es una pena que hayan sacrificado a este animal ( a mi quien me importa es su dueña), por supuesto, pero la gente encadenada al grito de asesinos y la cadena de tweets...ay,cuando se murieron los dos religiosos españoles, ¿alguien se lamentó así ? si se dedicaran a exigir más ayuda para el tercer mundo... a los niños que nunca...vale, vale, no quiero caer en la demagogia, que para eso ya están tantos jaleándose unos a otros.
pensemos más bien en los miles de personas que cada día, en tantos países del globo, mueren de de desnutrición,por las malditas guerras, de enfermedad ( ¿cómo es de horrible morirse de sed?).Niños y adultos víctimas de nuestra indiferencia, de nuestra ceguera, de nuestro egoísmo y avaricia.
la mirada de estos niños africanos nos interpela y es cortante como el filo de una espada.
Quizá es una utopía pretender vivir en Camelot.Pero tampoco debemos vivir en Babia.En las babas de la hipocresía.
La mirada de estos niños parece decirnos: trátame como a un perro, por favor. A él no lo dejarías morir así.
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